Denunciamos que a 35 kilómetros de la Casa Rosada, en la planta de Kraft de General Pacheco, funciona un verdadero campo de concentración cuyos carceleros son centenares de efectivos de la policía Bonaerense, con la división perros y hasta la caballería. Estos, a cada entrada de los turnos, ponen en fila y cachean a las mujeres y hombres que ingresan a la planta, rompen cofres que contienen pertenencias de los trabajadores, impiden que se hagan asambleas, no dejan hablar a los trabajadores de a grupos. El clima de terror que se vive dentro de la planta merecería que sea visto por todo el mundo para que quede claro que esta empresa norteamericana solo busca destruir las conquistas de los trabajadores para maximizar sus ganancias. El ministerio de Trabajo de Tomada es cómplice de esta situación criminal: habla que la planta está normalizada, dice que no puede sacar a la policía del predio y sus alrededores, dice que le va a cobrar una multa por no dejar entrar a los miembros de la comisión interna que todo el mundo sabe que ninguna empresa paga y si lo hiciera, para Kraft es “un vuelto”. No es posible negociar “paritariamente” con una pistola en la cabeza, como pretende el ministerio de Trabajo, cómplice de esta violenta situación.
¡Fuera la policía de Kraft y sus alrededores, plenos derechos democráticos para los trabajadores, ingreso irrestricto de todos los miembros de la interna y delegados, reincoporación inmediata e incondicional de todos los despedidos y suspendidos!
lunes, 5 de octubre de 2009
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